CONDICIONES PARA LA ELECCIÓN DEL MÉTODO
Las condiciones para elegir el método idóneo van a depender por una parte de la mujer y/o la pareja y por otra parte del propio método en sí.El médico de familia se encuentra en una situación privilegiada para dar consejo contraceptivo, por conocer tanto los antecedentes patológicos como la situación familiar y los factores socioculturales que rodean a sus pacientes.
Para ayudar a elegir es preciso escuchar, informar y transmitir adecuadamente esa información sobre las distintas opciones existentes, siempre teniendo en cuenta las prioridades de la paciente y de su pareja.
Como paso previo a la elección debemos realizar una anamnesis y exploración básicas que nos permitan ayudar a decidir el mejor método para cada caso concreto.
ANAMNESIS Y EXPLORACIÓN FÍSICA
La Sociedad Española de Contracepción (SEC) en la Conferencia de Consenso realizada en 199713, actualizada, sobre la prescripción y manejo de los anticonceptivos hormonales orales, ya concluyó en las recomendaciones finales la determinación de los objetivos de control previo a la prescripción de estos fármacos.
FACTORES DEPENDIENTES DEL MÉTODO
Fundamentalmente debemos valorar en el método aspectos tales como:
Eficacia: la capacidad de un método anticonceptivo para evitar una gestación. Se mide habitualmente con el Índice de Pearl, que se define como el número de embarazos que presentarían teóricamente 100 mujeres que utilizaran el mismo método anticonceptivo durante un año.
Se denomina eficacia teórica a la que se obtiene con el uso perfecto de cualquier método anticonceptivo, y efectividad o eficacia real a la que se obtiene en condiciones normales de uso, por la población general y en condiciones de posibles fallos de uso (el índice de fallos es del 3 al 8%, llegando a ser de hasta un 20% en adolescentes o pacientes de bajo nivel sociocultural).
Seguridad: viene condicionada por la capacidad del método de no producir efectos indeseados sobre la salud de la persona que lo utiliza.
Posibles efectos beneficiosos añadidos no contraceptivos: por ejemplo, el uso de algunos anticonceptivos en el caso de acné y/o hirsutismo.
Facilidad o complejidad de uso: es muy importante asegurarse de que la paciente comprende adecuadamente el uso del anticonceptivo. Si es muy complejo, disminuye su efectividad y supone una limitación a su uso.
Reversibilidad: es la recuperación de la capacidad reproductiva al interrumpir un método anticonceptivo.
Precio: de hecho, no muchos anticonceptivos hormonales están financiados, cuando han demostrado ser fármacos de tremenda utilidad, no sólo como contraceptivos sino como terapias efectivas en distintas patologías. Las políticas sanitarias deberían ir encaminadas a facilitar el acceso a los distintos métodos.
Relación con el coito: junto con la frecuencia de las relaciones sexuales, la elección del método anticonceptivo influye para que tenga una relación inmediata o lejana con el coito.
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