5 dic 2020

Antecedentes históricos de la masturbación.



Historia de la Masturbación 


Históricamente las distintas religiones han sido uno de los fuertes divisores en cuanto a la forma de entender y de vivir la sexualidad humana principalmente la religión católica y cristiana (Hernandez, 2002),estas instituciones han estado estrechamente ligadas no solo con la formación de mitos y creencias erróneas, sino también con el concepto que se tiene acerca de la masturbación y las fantasías sexuales (Bardi, Leyton, & Martínez, 2003).

Para la religión católica, la masturbación es grave y amoral, ya que considera que el acto sexual no se usa apropiadamente al no estar relacionado con un objetivo divino (Charnay & Henriquez, 2003); es decir, si el acto sexual no es realizado con fines reproductivos no puede relacionarse con el placer, el disfrute de sí mismo o al amor(Garita, 2007). 

A pesar de esto en la antigua Grecia, se dice que el filósofo Diógenes el Cínico (412-323 a. de C.), practicaba la masturbación en público y había manifestado, mientras le reprendían, que “ojalá pudiera saciar el hambre de un modo tan sencillo como frotar las tripas”(Martos, 2008), muy probablemente esta escena en la actual sociedad no nos conllevaría a una simple amonestación, sino que provocaría un escándalo, la cárcel y el envío directo al psiquiatra, en el siglo II d. de C. 

El médico griego Galeno consideraba la masturbación como una manera de liberarse del exceso de esperma lo que conllevaba a mantener la salud del cuerpo, o sea predicaba la masturbación terapéutica, por aquel entonces, se defendía la masturbación, pero no en exceso sino conforme a la necesidad que dictara la propia naturaleza y se consideraba que era más eficaz para la salud que el coito, ya que este tampoco era adecuado en cualquier momento ni para todos los hombres(Martos, 2008).

 Para el griego Aristófanes, la masturbación era considerada una práctica digna de los hombres, exceptuando los niños, los esclavos y las mujeres (Bardi, Leyton, & Martínez, 2003), desde la antigüedad, la práctica de la masturbación es señalada como un acto sexual diferente castigable para aquellos que no son dignos, por lo que en muchos casos aparece el sentimiento de culpa y de pena en el ser humano, por lo tanto este acto sexual se convierte en una conducta tabú que únicamente debe ser vista y relacionada con la procreación y todo acto diferente es castigado (Sierra et al., 2010), este pensamiento es influenciado por las creencias religiosas en cada una de las etapas del ciclo de vida (Ponce, Mora, Perdomo, Gonzalez& Delgado, 2012). 

Más adelante, la medicina de la Edad Media heredó las enseñanzas de Hipócrates y Galeno. En el siglo XII, el teólogo y filósofo Alberto Magno concluyó que el semen provenía del cerebro debido a la similitud entre ambos, adicionalmente, su teoría se comprobó en el caso del monje que, ardiendo de deseos por una dama, pasó una noche entera masturbándose, hasta sesenta y seis veces, y murió, la autopsia reveló que los ojos estaban deshidratados y su cerebro tenía el tamaño de una granada(Martos, 2008),lo más seguro es que el monje tuviese en dicha época una enfermedad degenerativa que no tenía nada que ver con la masturbación.

Sin embargo, durante la misma Edad Media la masturbación se convirtió en pecado por tratarse de un acto contra la ley de Dios adquiriendo implicaciones religiosas y morales negativas, pero la sodomía, la fornicación y el adulterio eran ofensas mucho más graves y por lo tanto no se le prestaba mucho la atención (Ponce et al., 2012). 

Para las sociedades occidentales la masturbación fue reprimida desde el siglo XVII en adelante en el interés de suprimir los deseos sexuales humanos en el nombre de la religión o por razones médicas (Wang, Huang & Lin, 2007). Entrados en el siglo XIX llegó la era de los dos sexos, donde se comenzó a creer no en un único sexo sino en dos diferenciados orgánicamente, se descubrió que el clítoris en las mujeres no tenía una función reproductora por lo que, para muchos, entre ellos la iglesia católica se convirtió en un órgano proscrito cuya única función era la voluptuosidad, el pecado y la degeneración física y moral. 

Sin embargo, a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX se siguió practicando la masturbación terapéutica como tratamiento aplicado por los propios médicos mediante vibradores, masajes e hidromasajes(Martos, 2008).

Ya en el siglo XX, uno de los primeros "sexólogos" modernos que existieron, Havelock Ellis afirmaba que la masturbación era una fuente legítima de relax mental y por lo tanto masturbarse no tenía nada que ver con enfermedades mentales o físicas, así mismo defendía el autoerotismo, que no sólo incluía la masturbación, sino también los sueños y las fantasías eróticas, igual de importante para el desarrollo de la sexualidad humana como el mismo coito(Burgos, 2012). 

Para algunas sociedades como la egipcia, la precolombina o la grecorromana es común ver cómo la masturbación es tolerada y la libertada sexual hace parte de las costumbres cotidianas como las fiestas o representaciones artísticas (Bardi, Leyton & Martínez, 2003).

 La sexualidad en general y en especial la femenina, se encuentra mediada principalmente por la época y los valores presentes en las distintas sociedades y culturas (Charnay & Henriquez, 2003; Santos, Sierra & Monge, 2013).Claro está que a pesar de que a la masturbación haya sido tachada por diversas sociedades, esto no significa que se trate de alguna conducta extraña (Sierra, Perla, & GutierresQuintanilla, 2010). 

Para Conejero y Almonte (2009) el dimorfismo en la expresión de las orientaciones sexuales, permiten que el deseo se presente sin conducta sexual propia, por otro lado, las mujeres jóvenes manifiestan o expresan actitudes o experiencias acerca de la sexualidad, también se ha indicado que las conductas masturbadoras aparecen más en hombres y mujeres heterosexuales que en los que se consideran homosexuales. 

Durante siglos la masturbación ha sido considerada por filósofos y moralistas como un vicio espantoso, pero a lo largo del tiempo se ha demostrado que esta no presenta peligro si solo se suscribe a una etapa del desarrollo sexual, debe ser considerada como normal en la sexualidad del adolescente entre los 12 y 16 años tanto en los muchachos como en las muchachas (Garita, 2007), pero más adelante durante la revolución sexual de los años sesenta se han aliviado estos sentimientos culpables hacia la masturbación principalmente en las sociedades occidentales (Wang, Huang, & Lin, 2007). 

En la última década han aparecido diversas opiniones acerca de este tema donde de igual manera han surgido los conceptos de erotismo, auto-erotización y autoestimulación involucrados todos en la dimensión de sexualidad del ser humano, por lo que el termino masturbación es elevado a auto estimulación genital, más sin embargo esto aún no es considerado un buen tema principalmente por los diferentes prejuicios que se manejaban anteriormente a nivel moral y sobre todo religioso (Gonzalez & Alegria, 2013). 


Te atreves a chalar con afrodita...

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